(PUBLICADO EN REVISTA 2VISION)
Escrito por: Jaime Cervantes Valdez
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“¿Dónde estoy?” Es la pregunta que diario nos deberíamos de hacer pero mas que nada diario deberíamos saber respondernos. Cuando hablo de esa cuestión no me refiero a donde estamos físicamente, ni a quiénes o qué se encuentra a nuestro alrededor en primer plano como por ejemplo: “estoy en mi recámara que está en mi casa donde se encuentra mi familia”. NO, más bien me refiero a qué mundo vives hoy, al que sucedió mientras dormitabas, y al saber las consecuencias de lo sucedido aquí y en el mundo.
Sería tonto decir que vivimos en el mismo mundo siempre, que es la Tierra con los mismos humanos de siempre porque es falaz, segundo tras segundo las situaciones en nuestro entorno inmediato y lejano cambian y aun cuando esas situaciones se encuentran a miles de kilómetros de distancia a futuro pueden trastornar nuestra cotidiana vida.
Hace aproximadamente un año se llevó a cabo una importante cumbre en Copenhague, Dinamarca, la cumbre llevaba por nombre COP-15, el tema principal y único: cambio climático, en su momento un alto porcentaje de los mexicanos ni siquiera nos enteramos de esa cumbre clave, mucho menos nos enteramos de qué se trataba y cuáles fueron sus conclusiones. Precisamente hoy mientras escribo este artículo se lleva a cabo en Cancún lo que podríamos llamar la segunda parte de la malograda cumbre de Copenhague, y de igual forma a muchos ni les pasara por cabeza lo sucedido y mucho menos las resoluciones de esa cumbre.
Algunos dirán que no es importante saberlo, que los problemas como el calentamiento global no se solucionan por acuerdos políticos sino con pequeños pero concisos “granitos de arena” de cada uno de los aproximadamente 6 972 688 217 de humanos para solucionar el problema. Y allí entra nuevamente la inconsciencia de no saber no sólo donde vivimos y lo que sucede sino tampoco saber los “porqué” de las problemáticas que nos afectan.
El 80% de la contaminación mundial la arroja los 10 países más industrializados del mundo, mas sin embargo estos países pretenden que toda la humanidad paguemos las consecuencias del desastre que crearon y que no pretenden solucionar, nos venden la idea de que la contaminación la hacemos todos y que por lo tanto todos debemos solucionarlo, nos dicen que reciclando se soluciona mucho pero no nos dicen realmente qué tanto se puede solucionar. Reciclando se reduce la contaminación solo un absurdo 1%, y es que la contaminación no se da tanto por la basura, sino por la producción de esa basura; el mayor problema viene de la tala de árboles, de la sobreexplotación de petróleo, la explotación de minerales y materiales primarios, de la fabricación de productos con esos materiales primario y después de los desechos químicos de las fábricas que van a dar al subsuelo, agua y aire; al final el reciclado queda en segundo término, no despreciable, pero si inservible mientras los líderes mundiales dejen intereses “patrióticos” y sobrepongan los interés humanos.
De eso precisamente se tratan las cumbres mundiales climáticas, importantes para nuestra vida pero desconocidas por nosotros, tal vez hoy no nos pase por la cabeza ese problema, tal vez nos acordemos del cambio climático cuando llueva más de la cuenta o cuando no llueva nada, pero habrá un momento en el futuro en que nos acordaremos a diario del mundo en que vivimos y que por la inconsciencia de no informarnos más allá de nuestras narices dejamos que se destruyera, y en ese futuro por la misma inconsciencia de no buscar respuestas estaremos dándonos de topes por no haber reciclado y “contribuido” al mejoramiento del clima, aun cuando nuestras desgracias será por la avaricia de pocos frente a la ignorancia de muchos, muchísimos humanos del hoy.
Sería tonto decir que vivimos en el mismo mundo siempre, que es la Tierra con los mismos humanos de siempre porque es falaz, segundo tras segundo las situaciones en nuestro entorno inmediato y lejano cambian y aun cuando esas situaciones se encuentran a miles de kilómetros de distancia a futuro pueden trastornar nuestra cotidiana vida.
Hace aproximadamente un año se llevó a cabo una importante cumbre en Copenhague, Dinamarca, la cumbre llevaba por nombre COP-15, el tema principal y único: cambio climático, en su momento un alto porcentaje de los mexicanos ni siquiera nos enteramos de esa cumbre clave, mucho menos nos enteramos de qué se trataba y cuáles fueron sus conclusiones. Precisamente hoy mientras escribo este artículo se lleva a cabo en Cancún lo que podríamos llamar la segunda parte de la malograda cumbre de Copenhague, y de igual forma a muchos ni les pasara por cabeza lo sucedido y mucho menos las resoluciones de esa cumbre.
Algunos dirán que no es importante saberlo, que los problemas como el calentamiento global no se solucionan por acuerdos políticos sino con pequeños pero concisos “granitos de arena” de cada uno de los aproximadamente 6 972 688 217 de humanos para solucionar el problema. Y allí entra nuevamente la inconsciencia de no saber no sólo donde vivimos y lo que sucede sino tampoco saber los “porqué” de las problemáticas que nos afectan.
El 80% de la contaminación mundial la arroja los 10 países más industrializados del mundo, mas sin embargo estos países pretenden que toda la humanidad paguemos las consecuencias del desastre que crearon y que no pretenden solucionar, nos venden la idea de que la contaminación la hacemos todos y que por lo tanto todos debemos solucionarlo, nos dicen que reciclando se soluciona mucho pero no nos dicen realmente qué tanto se puede solucionar. Reciclando se reduce la contaminación solo un absurdo 1%, y es que la contaminación no se da tanto por la basura, sino por la producción de esa basura; el mayor problema viene de la tala de árboles, de la sobreexplotación de petróleo, la explotación de minerales y materiales primarios, de la fabricación de productos con esos materiales primario y después de los desechos químicos de las fábricas que van a dar al subsuelo, agua y aire; al final el reciclado queda en segundo término, no despreciable, pero si inservible mientras los líderes mundiales dejen intereses “patrióticos” y sobrepongan los interés humanos.
De eso precisamente se tratan las cumbres mundiales climáticas, importantes para nuestra vida pero desconocidas por nosotros, tal vez hoy no nos pase por la cabeza ese problema, tal vez nos acordemos del cambio climático cuando llueva más de la cuenta o cuando no llueva nada, pero habrá un momento en el futuro en que nos acordaremos a diario del mundo en que vivimos y que por la inconsciencia de no informarnos más allá de nuestras narices dejamos que se destruyera, y en ese futuro por la misma inconsciencia de no buscar respuestas estaremos dándonos de topes por no haber reciclado y “contribuido” al mejoramiento del clima, aun cuando nuestras desgracias será por la avaricia de pocos frente a la ignorancia de muchos, muchísimos humanos del hoy.
