*Por Jaime Cervantes Valdez / Estudiante de Ciencia Política
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Cuando
en el año 1998 el Partido Revolucionario Institucional en Nayarit suprimió el
dedazo del gobernador, para suplirlo con un proceso interno donde la militancia
decidiera quien sería su candidato a gobernador que contendería contra el carismático candidato aliancista, Antonio Echeverría, nadie lo creía, aquel era un hito en la historia política
local y un preámbulo a las elecciones internas para elegir al candidato presidencial por el mismo instituto.
Los
llamados procesos democráticos para seleccionar candidatos al interior del PRI en Nayarit, fueron constantes desde aquel momento y hasta el año 2005, año en el que esa mecánica
de selección dio por resultado la ruptura del candidato que quedó en segundo
lugar, y quien a la postre sería postulado por la izquierda, teniendo por
desenlace una derrota de este en las urnas ante el candidato priista Ney González.
Muchos
de los actuales aspirantes a candidatos del PRI –principalmente los
pertenecientes a grupos políticos adversos al gobernador–, añoran y tienen la esperanza
del regreso de aquellas elecciones internas para elegir a los candidatos para
las próximas elecciones locales, porque sólo así, con la fuerza de la
militancia, tendrían la oportunidad de sobreponerse al mismo dedazo aún
existente en la vida política local.
Pero, todo indica que aquellas elecciones internas fueron sepultadas para no regresar,
esto por su contradicción total con las reglamentaciones de cuota de género y
paridad de género aprobadas por el congreso del estado para las próximas elecciones
y la cual impone una distribución mínima de 40% para un solo género.
Así,
llevar a todos los aspirantes a competir abiertamente en elecciones internas ya sea por voto directo de la militancia o indirecto a través de convenciones reales, traería
como consecuencia la anulación de algunos candidatos elegidos por voto popular,
tal como sucedió en el 2012 con el PAN a nivel federal, en la cual el TRIFE obligó
al partido a bajar candidatos hombres elegidos democraticamente, para postular mujeres, y cumplir así con
la cuota de género prevista por la legislación. En esa circunstancias, sería
difícil mantener la unidad si existe la posibilidad de que a un legítimo
ganador, se le arrebate el triunfo de tal manera.
Entonces
caben las preguntas: ¿Cuál será el método de selección de candidatos en este instituto?
¿Qué método elegirá el PRI para elegir sus candidatos sin que exista la
posibilidad de ruptura que beneficie a la alianza de facto PAN-PRD? Vamos más a
fondo, y sin agraviar a las mujeres, pero ¿Existe un método democrático de
selección de candidatos bajo estas nuevas circunstancias legales?
Dentro
de los círculos al interior de este instituto, se empieza a hablar de la
posibilidad de las encuestas como método de selección, pero ¿serán reales estas
encuestas o sólo una medida engañabobos para seleccionar candidatos sin inducir
resentimientos que desemboquen en rupturas?. Es de dudarse, y no solo por lo
costoso e impráctico de levantar 198 encuestas para seleccionar candidatos a
presidentes municipales, regidores y diputados, sino por las mismas razones de
las elecciones internas ¿Qué sucederá si dichas encuestas arrojan como
ganadores a más de un 60% de hombres? ¿Qué método se utilizará para decidir a
quién se le impide ser candidato aun cuando eso suponga perder votos? O muy
posiblemente esperan que mágicamente los resultados sean en una distribución de
60% hombres y 40% mujeres, esperando que los precandidatos no duden de la
veracidad aun cuando en ocasiones sean desconocido o desconocidas los
triunfadores.
No
se duda que el método anterior sea el que expongan ante los medios de
comunicación, pero al interior, en la selección real de candidatos, quedan dos
posibilidades, o la negociación política de los grupos al interior del PRI con doble
dificultad de la vivida hace 3 años, puesto que ya no sólo es la variable de
grupo, puesto que se debe sumar la variable de género, o el simple y viejo
dedazo del gobernante en turno, donde arguyendo en principio a la costumbre de
que a él le corresponde decidir en las elecciones intermedias, y de que debido
a las circunstancias es mejor el poder monolítico designe a los y las
candidatas.
Estamos
en la antesala de las elecciones federales intermedias, será Nayarit y Coahuila
centro de atención de todos los partidos políticos, lo peor que le pudiera
ocurrir al PRI es caer debido a un juego que ellos impusieron y que pudiera acarrearles
profundas divisiones al interior del partido, de cara a unas elecciones en la
ya se ha configurado una alianza de facto entre el perredismo y panismo.
CONSIDERACIONES ANTES DE PARTIR:
*¿Dónde
están las mujeres que no se ven y que deberán ocupar cientos de candidaturas en todos los partidos políticos?
Ya faltan semanas para iniciar los procesos de precampaña y todavía son hombres
los que dominan la escena político electoral. Esta es una muestra de que los partidos políticos no han incentivado -como debe de ser- la participación activa y aspiraciones de la mujer al interior de los institutos.
*Todo
indica que serán muchas mujeres en las sindicadoras, y pocas o ninguna en
presidencias municipales. Esto podría ser un revés para la mujer en ese nivel
de gobierno.
*Se debe de estar atentos en donde colocan los partidos políticos a sus mujeres, si en bastiones o en regiones donde de antemano saben que serán derrotados.
*Se debe de estar atentos en donde colocan los partidos políticos a sus mujeres, si en bastiones o en regiones donde de antemano saben que serán derrotados.
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Antes
del linchamiento, una aclaración: esto no es un texto pro-hombre, lo que se
pretende, es observar algunas dificultades para los partidos políticos,
principalmente del el PRI, con las nuevas reglas electorales referente a la
distribución por género.
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