INTRODUCCIÓN
La crisis, el tema de hoy, de ayer, y posiblemente de
mañana, será la crisis económica mundial, un tema que es de siempre y que nunca
pasa de moda. He llegado a preguntarme si es acaso posible la existencia de un
tiempo fuera, de un tiempo sin problemas económicos. Y sin lugar a dudas creo
que la respuesta seria un “no”.
Un no mientras persista el modelo económico actual, que
se beneficia de los altibajos, donde los que manejan el capital siempre, y por
naturaleza, tienden a poner por encima del bien común, sus intereses
monetarios.
El mundo de hoy, es muy diferente al mundo de hace 40
años, y mucho mas diferente aun, al mundo en que vivió Marx en el siglo XIX.
Hoy la economía es globalizada, la industria es transnacional, con inversiones
en diversos países y con líneas de ensamblaje de mercancías totalmente
separadas a miles de kilómetros entre si.
Los Estados ya no tienen un fuerte control sobre su
economía, ni sobre su industria, y muchos sobre los capitales., hoy es sin
lugar a dudas la teoría de Adam Smith con su Mano Invisible es la que mueve el
mercado mundial. Per debiéramos de preguntarnos si realmente esa tesis está
funcionando, y si así fuese, seria bueno saber para quienes está funcionando
una economía como la actual.
Tambien buscare mediante la tesis marxistas sobre las
crisis, el responder porque la existencia de ese fenómeno económico y
contextualizarlo a nuestra actualidad. Además de saber su impacto en las clases
de las que el mismo marx habla: burgueses y proletariado.
UN CUENTO DE NUNCA
ACABAR
La crisis son fenómenos económicos extremadamente
complicados, ya que una gran variedad de fuerzas económicas les dan forma en
mayor o menor medida. Carlos Marx expresa que “la crisis real puede explicarse
solo por el movimiento real de la economía de la producción capitalista, de la
competencia y el crédito” es decir, se daba por el movimiento de toda la
estructura de los mercados.
En la economía actual, una economía totalmente
globalizada y que además, va estrechamente de la mano de los fenómenos
políticos, sociales y culturales, es inminente que sufra esos desperfectos que
desencadenen una crisis mundial, pero además. Pero las causas de las crisis no
solamente es el mundo globalizado, sino también son a causa del mismo sistema
económico, y que se vienen repitiendo constantemente más allá de la
instauración de la globalización o el neoliberalismo.
Para me es necesario resaltar el hecho de que aun cuando
vivimos en la globalización, cada país en si tiene ciertos aspectos
características de la crisis, cada país sortea los problemas de diversas
formas, por esa razón así como vemos países en bancarrota como España o Grecia,
también podemos encontrarnos países con pequeño crecimiento, pero crecimiento,
como Argentina, Chile o Polonia, o países con gran crecimiento económico como
China, India, Venezuela, mas sin embargo a todas en algún momento la crisis
puede llegar a afectar, como China que, aunque sigue creciendo, su taza anual
de crecimiento bajo algunos porcentajes este año.
Con los pocos conocimientos adquiridos a lo largo del
semestre podría enumerar diversas causas de la crisis económica actual, que si
bien podrían parecer que están separadas entre si, son en realidad una cadena
de sucesos y hechos que desembocan en las penurias que hoy aquejan al sistema
financiero.
La falta de control del estado sobre la economía, tal
como lo plantea Adam Smith en su escrito “La Riqueza de las Naciones” donde
afirma que siendo el hombre naturalmente egoísta, es su interés individual el
que hará crecer a la economía y todo autorregulado por leyes naturales de la
oferta y la demanda, sin la intervención del estado.
A esa leyes naturales de oferta-demanda Adam Smith le
llamo “la mano invisible” en la que según las guanacias de un individuo
beneficiarían al resto de la población de una forma indirecta.
Adam afirma que el mercadlo libre es capaz de coordinar
por si mismo los interés particulares y armonizarlos al buscar cada persona su propio interés económico, ésta
intenta obtener de cada intercambio que realice el máximo beneficio posible.
Para ello tratará de producir los mejores bienes y de hacerlo lo más barato
posible, pues ha de competir con muchos otros productores/vendedores. Como
todos harán lo mismo, obtendremos que, por un lado, todos los recursos
disponibles habrán sido empleados óptimamente y el conjunto de bienes
existentes aumentarán hasta su máximo posible; y, por otro, esos bienes se
habrán distribuido también de forma óptima. Por otro lado, es evidente la
conexión entre el mercado y la división del trabajo, de modo que a medida que
aumenta la división social del trabajo el mercado se hace más complejo y la labor
de la “mano invisible” cobra mayor relevancia.
El mercado, por lo tanto, se regula a sí mismo en
beneficio de la mayoría, y, en principio, cualquier intervención estatal, por
muy bienintencionada que esta sea, desequilibrará el funcionamiento natural de
aquél e impedirá el crecimiento y distribución de la riqueza. En este sentido, el
entorno político y social es un factor importante para la económica como lo
escribí anteriormente.
Pero la pregunta que me surge, es ¿Realmente puede
funcionar de esa manera la economía? ¿Realmente es necesario que el estado
saque completamente las manos de las cuestiones económicas?, yo no creo, porque
a Adam Smith le falto, u omitió, el hecho de que esos mismo interés
particulares de los humanos, hacen que siempre busque la plus ganancia,
desinteresándose completamente de la sociedad.
Marx lo deja bien claro: “Producción de plusvalía o la
obtención de ganancia es la ley absoluta de este modo de producción”, y el
capitalista no dudara en retirar su dinero de circulación cuando este se
encuentre en peligro, esa pequeña acción “de retención de compra trae como
consecuencia la contracción del proceso de circulación que dará origen al
fenómeno de sobreproducción y que reflejara en un descenso de la producción
misma”.
Es decir, la avaricia del capitalista, y la anteposición
su interés particular sobre su interés común, son el talón de Aquiles del
sistema, ya que el dueño del capital retirara su dinero ante cualquier
situación, de cualquier tipo, que pudiese atentar contra su ganancia, no
importa cuando, aun atente en lo mínimo el capitalista por naturaleza optara
por retirarla del mercado, tal como lo vemos en la actualidad.
No podría yo en lo personal, saber a ciencia cierta
cuando inicio la crisis económica actual, mucho menos el porqué, algunos la
atribuyen a la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y Europa, que no es otra
cosa que la sobreproducción de inmuebles pagados a créditos y que al no poderse
pagar llevaron a la quiebra a bancos, empresas inmobiliarias y claro, a miles y
miles de personas los llevaron al desempleo y la pobreza.
Y allí, según algunos, inicia la crisis, una crisis
encerrada en un circulo vicioso que nadie le encuentra salidas sin dejar de
lado el miedo a Marx. Y yo le llamo círculo
vicioso porque es un cuento de nunca acabar.
Supongamos que en efecto la crisis actual inicia por
fraudes bancarios y burbujas inmobiliarias, ¿Qué hace el estado? Porque en
estas situaciones el estado si interviene, pero interviene de la forma
incorrecta en muchas ocasiones.
Por ejemplo España, que vive una crisis catastrófica,
intervino en la banca, nacionaliza los bancos como es el caso de Banco Bankia,
los recupera y sanea económicamente, y a los pocos años los devolverá a la
iniciativa privada totalmente sanos (tal como paso en México, en el 97 con el
FOBAPROA). Pero en esa intervención gubernamental para salvar un sector económico trae consigo
mas problemas.
En el mismo ejemplo, España, la acción de recuperar con
dinero publico y de todos un banco privado, genera que se deje de invertir en
sectores sociales como lo son la Salud, Vivienda, Educación y Trabajo, lo que
provoca a su vez un quiebre social, tal como paso en Grecia, que conduce a su
vez en el temor de los mercados que retiraran sus capitales económicos, como lo
dice Marx arriba, y que provocara que se ahonde mas la crisis económica. ¿Dónde
esta la salida a un problema circular?.
Y mientras los capitalistas no vean un avance económico,
no devolverán su dinero al mercado, pero mientras devuelvan su dinero al mercado,
el avance económico seguirá siendo o negativo, o raquítico. Entonces es allí,
donde el estado debe de intervenir en la situación actual, pero no salvando
bancos, sino invirtiendo el dinero publico en gasto al interior del país, en
empresas nacionales y así reactivar el empleo, aumentar el poder adquisitivo de
la población, y hacer crecer la económica, y entonces si volverán tranquilo los
capitalistas para volver a iniciar, en el futuro, una crisis nueva a causa de
sus intereses y avaricia.
CONCLUSION
Sea cual sea la naturaleza la crisis, el estado, y con
ellos ciudadanos que conformamos estado, pagaremos las consecuencias de las
malas o nulas políticas económicas que regulen el mercado. En este sistema que
vivimos, estamos sumisos a los intereses de los capitalistas que especulan, que
juegan, y que al primer peso perdido reculan y huyen dejando una estela de
pobreza.
Sin lugar a dudas, Adam Smith se equivoca al pretender
demostrar que el libre mercado se autoregula y beneficia a la sociedad, y se
equivoca porque las peores crisis (1929 y la actual) nacieron precisamente de esa libertad desmedida. Pero
tampoco estoy de acuerdo con la regulación asfixiante del estado sobre los
procesos económicos tal como sucede en China o Corea del Norte.
Debe de existir una política de prevención de crisis,
regular el buen funcionamiento de los sistemas mercantiles, crear una verdadera
supervisión de prácticas monopólicas o especulatorias, y sobre todo, hacer
honor a la razón del estado que es el beneficio común de todos los que lo
conformamos.