noviembre 23, 2010

UN VIAJE A LO DESCONOCIDO


Por: Jaime Cervantes Valdez/Admin http://www.blogger.com/img/blank.gif
facebook.com/jcervantesvaldez


VIAJE A LO DESCONOCIDO
La vanidad cansa, la vanidad de Omar hizo que nos fuera imposible tomar el camión de Compostela a Cuastecomate y eso nos costó 4 horas de caminata en medio de la noche peligrosa.
LA CONVICCION POR ENCIMA DE LA REALIDA FUTURA.
Todo empezó un sábado en la tardecita (entre 5:30pm y 7:00pm) cuando recibo la llamada de Omar avisándome que se iría a bañar ya que acababa de llegar “sucio” de Santiago y no quería llegar así al pueblo natal de su madre. Relativamente fue corto su aseo, tardo 1 hora menos de lo habitual pero aun así se hecho su largo rato. Así pues salimos a las 7:45 rumbo al Señorío de Compostela con la convicción de que en caso de que ya no hubiera camiones rumbo a Cuastecomate nos iríamos caminando.
El viaje fue relativamente relajado, el fondo musical lo amenizo Shakira con su música más romántica y con un chofer machín de los camiones “Compostela” cantando a susurros imitando a la cantante colombiana.
Llegamos al Señorío de Compostela a las 8:17pm, 10 minutos antes de que saliera el camión con la ruta “Compostela-Carrillo Puerto” (para de allí partir caminando hasta el pueblo de Cuastecomate) eso nos daba 12 minutos para dar una vuelta por la festiva plaza de la cabecera municipal y comernos un rico elote compostelence, ya regresábamos hacia la central cuando un sonoro grito me sobresalto, era Omar gritando ¡WEY YA SE VA EL CAMION! Corrimos y lo alcanzamos y es allí el segundo pequeño tropiezo el cual transcribiré textualmente aclarando que entre paréntesis escribo lo que pensé en ese momento.
Chofer- ya no hay servicio
Yo- ¿cómo? (pinche chofer pendejo)
Chofer- mira wey nomas son ustedes dos y este chavo-señalando a un muchacho con cara de susto sentado en la primera fila- y la verdad no me conviene
Yo- pero como le hacemos
Chofer- pues mira es que ya es noche, no sé porque se vienen tan tarde cabrones jajaja
Yo- mmmm (ya ni la chinga)
Chofer- mira, cómprenos entre los 3 un “seis” y los llevamos
Chavo asustado- Que ellos te pagan el pasaje y yo te compro la cerveza
Yo- no hay pedo, compramos la cheve (Aaaa con que de esto se trataba)
Chofer- mejor entre los 3 compren un ochito y listo
Yo, Omar y el Chavo asustado – va!
Chofer- vámonos pues chavos
Debo de aclarar que además de los 3 pasajeros y el chofer, en el camión iban 2 borrachitos más acompañando al chofer que estaba buenisano (eso aparentaba), y me lleve la tercera sorpresa de la noche, los 3 señores estaban tomando con música de Shakira!, creo que todos los choferes de los Camiones “Compostela” son poperos por excelencia.
VIAJE A LO DESCONOCIDO
Nunca había viajado más allá de Carrillo Puerto, así que más allá del quiosco de su plaza para mí es desconocido, y me prepare muy rápidamente psicológicamente para enfrentar lo que venga (uuuy si, ya me siento Goku).
Cruzar por el pueblo donde vive la suegra y donde nació la esposa de uno de los capos más influyentes y poderosos del narcotráfico no es nada fácil, y no lo es porque cualquier fuereño es un enemigo en potencia, eran las 9:00pm cuando cruzamos la plaza en medio de pequeños núcleos sociales de borrachos con pistolas todo mundo se nos quedaba viendo, ¡y los entiendo! No es nada normal ver a dos chavos fuereños con capucha y de mochilazo a esas horas de la noche caminando rumbo al monte (no piensen mal…) pero que estresante fue eso y más estresante cuando al salir del pueblo y ya caminando en medio de la oscuridad escuche a lo lejos dos detonaciones de Arma de Fuego.
Ciertamente yo creía que el pueblo de Omar se encontraba a no más de 3 o 4 kilómetros, mi sorpresa fue que al salir una pancarta anunciaba la distancia de los pueblos más cercanos: Cerro pelón: 6 km, Tequilita: 9km y según Omar de tequilita a Cuastecomate son 2 kilómetros, es decir que al final serán no 3km como yo pensaba sino 11 kilómetros en medio de la nada y con los sicarios sueltos, ya no había marcha atrás, aunque he de admitir que en buena medida esta aventura me emocionaba.
Alguien una vez me conto que las vacas en la noche se comportan distinto, y tenían mucha razón, en la noche se comportan dormidas y se encuentran acostadas y murmuran. El camino fue un poco cansado psicológicamente puesto que todo recorrido observamos al mentado “Cerro Pelón” que se alejaba y se acercaba pero jamás llegábamos a él, hasta que por fin lo tuve frente a mí, ese inmenso montículo sin vegetación alguna, llevábamos apenas 6 de los 11 kilómetros de recorrido.
REALIDAD, CRUDA REALIDAD.
Pasando cerro “pelón” un lejano estribillo interrumpió nuestro andar, era la tambora que se escuchaba desde el pueblo de Tequilita y que nos anunciaba su cercanía a pesar de los 3 kilómetros que faltaban. Alguien alguna vez me dijo que las carreteras en México son hechas a lo burro, es decir que se toma un burro del pueblo A y lo sueltan en el pueblo B, por donde camine el burro del punto B al A donde está su casa es por donde construyen los caminos, y en esos 3km lo comprobé, en línea recta la distancia entre el poblado de “Cerro Pelón” y tequilita no es más de un kilometro, pero el rodear de las curvas hacía la distancia más larga, aun así llegamos a la plaza de Tequilita esperando encontrar una gran fiesta popular y algo de tomar ya que la sed estaba cabrona, la llegada fue decepcionante pero mas decepcionante fue la realidad, la cruda realidad con la que nos encontraríamos.
Eran las 11 de la noche, en la plaza principal del poblado solo se encontraban 3 niños y un borrachito, no había fiesta y mucho menos tienda donde comprar agua. Ya faltaban solo 2 kilómetros para nuestro destino, pero en el camino me di cuenta de la falta de capacidad Omar para medir distancias y ubicarse en un plano cartesiano (-4d, 3c) así que por mera curiosidad pregunte a los chamacos cuanto faltaba para llegar a nuestro destino que es Cuastecomante, me respondieron que faltaban 7 kilómetros, a pie ¡2 horas!.
Ya habíamos recorrido 9 km, 7 seria pan comido (el entusiasmo por delante), seguimos el camino pero muy en el fondo queríamos pensar que los morros nos estaban tomando el pelo, y alguien nos sacaría de la duda, a una cuadra antes de salir de Tequilita nos encontramos una patrulla de la Policía Estatal Preventiva con 6 encapuchados arriba, ya no sabíamos si eran policías o sicarios pero lo que si sabíamos era que venían de Cuastecomante y sabrían a ciencia cierta la distancia que había, les preguntamos y nos confirmaron la veracidad de la respuesta de los chamacos.
EL ULTIMO TIRON.
Omar se sabe de memoria el camino desde tequilita hasta su casa, el problema es que todo lo veía cercano puesto que siempre se iba en camión. Según él y tenía razón el orden de lo encontrado seria así: Ranchito , en seguida una curva hacia la izquierda, vendría una mina de gal, el santuario del divino niño donde por cierto él y su familia tuvieron un accidente automovilístico y en agradecimiento a sus plegarias construyeron ese pequeño santuario, después vendría un poste de concreto, una subida, una curva donde se encontraría un gran árbol, una recta final y el pueblo.
Lo decía tan fácil que hacia imaginar que cada una de las cosas estaban separadas por algunos metros, caminamos y encontramos cada una de las cosas, pero ya llegando pasando el santuario del Divino Niño unos faros nos aluzaban desde la distancia, nosotros pedimos raite al único carro que por allí transitaba, no sabíamos que era ni quiénes eran pero sabíamos que iban para nuestro rumbo, a 10 metro de distancia distinguimos que era la patrulla de policías y por un instante nos imaginamos que nos darían raite, que equivocados estábamos los muy hijos de la chingada sabían que éramos nosotros y como que le pisaron mas fuerte a pero eso si nos alcanzaron a gritar un sonoro ¡LES FALTA POCO!.
Los pies ya me ardían, ya eran casi la una de la madrugada y no se divisaba ni el poste ni el pinche arbolote, ya estaba pensando que aun siendo el único camino nos habíamos equivocado, y por un momento Omar también pensó lo mismo puesto que juraba que no había tantas rectas. Por fin vimos la última subida, y vimos la punta del árbol, estábamos salvados y ni el vado que por allí pasaba nos detendría. A la 1:15:34 de la madrugada llegamos a Cuastecomate, con el orgullo arriba pero con la idea de jamás repetirlo.
AL DIA SIGUIENTE.
Tía de Omar- ¿En que se vinieron?
Omar- Caminando desde Carrillo puerto, porque se nos fue el camion
Tía de Omar- ¿Luego porque no nos hablaron para ir por ustedes?
--------
Mama de Omar- ¿En que se vinieron?
Omar- Caminando desde Carrillo Puerto, porque se nos fue el camion
Mama de Omar- que mentirosos son, ¿donde dejaste el carro Jaime?
Yo- es en serio, nos venimos caminando desde allá
Mama de Omar- ¿luego porque no se quedaron en Compostela o en Tepic? y se hubieran venido ahora en la madrugada
-------
Tia abuela de Omar- ¿En que se vinieron?
Omar- Caminando desde Carrillo Puerto, porque se nos fue el camión.
Tia abuela de Omar- ¿Por qué no tomaron un taxi? Les hubiera cobrado 100 pesos
-------
Al final lo cierto fue que teníamos ganas de caminar en la noche a la luz de la luna y aun con carro hubiésemos internamente preferido viajar caminando.



noviembre 18, 2010

REDESCUBRIENDO: El lobo malo y Marcial Maciel






REDESCUBRIENDO

El lobo malo y Marcial Maciel.


Por: José Miguel Cuevas Delgadillo. (http://www.facebook.com/#!/profile.php?id=1027939106)

A través de la historia, en diferentes culturas del mundo, la figura del “lobo malo” ha sido recurrente en las mitologías, cuentos, fabulas y enseñanzas didácticas. Iniciemos nuestro recorrido. En los tiempos bíblicos, Jesús utiliza la metáfora del “lobo malo” para referirse al carácter depredador y voraz de los líderes religiosos de su tiempo. Jesús advierte a sus discípulos: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.” (Evangelio de Mateo capítulo 7 versículo 15). No hay duda, el lobo como animal salvaje es un predador temible. Un buen cazador cuando se trata de conseguir su alimento.

Pero no sólo Jesús utilizó la metáfora. En la Edad Media encontramos una clara referencia a la figura del lobo que encarnaba el mal. El mito del hombre lobo logró tomar posición en la mentalidad supersticiosa de la persona común. En este caso, los hombres lobos eran peligrosos por contar con las atribuciones bestiales y salvajes del predador. Sin embargo, también lo eran por estar poseídos por el demonio en una especie de hechizo maldito. Por tanto, eran violentos y buscaban causar daño a otros.

En el siglo XVIII se hicieron populares los cuentos infantiles, que hoy conocemos en sus versiones diluidas por los hermanos Grimm y la compañía Walts Disney. Así, en el cuento de “Los tres cochinitos”, los cerditos que representan la inocencia y el bien deben cuidarse y al mismo tiempo enfrentar al “lobo malo”. Y qué decir de la popular “Caperucita Roja” que es engañada por un lobo. A continuación presentaré la versión del cuento en una de las muchas versiones que existen de los campesinos franceses. “Había una vez una niñita a la que su madre le dijo que llevara pan y leche a su abuela. Mientras la niña caminaba por el bosque, un lobo se le acercó y le pregunto adónde se dirigía.

–A la casa de mi abuelita –le contestó.
– ¿Qué camino vas a tomar, el de las agujas o de lo alfileres?
–El camino de la agujas. El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató a la abuela, puso su sangre en una botella y partió su carne en rebanadas sobre un platón. Después se vistió con el camisón de la abuela y esperó acostado en la cama. La niña tocó a la puerta.
–Entra hijita.
– ¿Cómo estás abuelita? Te traje pan y leche.
–Come tú también, hijita. Hay carne y vino en la alacena. La pequeña niña tomó así lo que se le ofrecía; y mientras lo hacía, un gatito dijo: ¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela!

Después el lobo le dijo: –Desvístete y metete a la cama conmigo. – ¿Dónde pongo mi delantal? –Tíralo al fuego nunca más la necesitarás. Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le contestaba: Tírala al fuego nunca más la necesitarás.”

El cuento sigue con el dialogo conocido de preguntas y respuestas entre el lobo y la niña: “Abuela ¿por qué estás tan peluda?...” ¿Le es familiar esta conducta del lobo malo? A mí sí, me recuerda a Marcial Maciel.



AddThis