junio 29, 2012

UN CUENTO DE NUNCA ACABAR: ¿ESTADO REGULADOR O LIBRE MERCADO?




Por: Jaime Cervantes Valdez/Admin 
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INTRODUCCIÓN

La crisis, el tema de hoy, de ayer, y posiblemente de mañana, será la crisis económica mundial, un tema que es de siempre y que nunca pasa de moda. He llegado a preguntarme si es acaso posible la existencia de un tiempo fuera, de un tiempo sin problemas económicos. Y sin lugar a dudas creo que la respuesta seria un “no”.

Un no mientras persista el modelo económico actual, que se beneficia de los altibajos, donde los que manejan el capital siempre, y por naturaleza, tienden a poner por encima del bien común, sus intereses monetarios. 

El mundo de hoy, es muy diferente al mundo de hace 40 años, y mucho mas diferente aun, al mundo en que vivió Marx en el siglo XIX. Hoy la economía es globalizada, la industria es transnacional, con inversiones en diversos países y con líneas de ensamblaje de mercancías totalmente separadas a miles de kilómetros entre si.

Los Estados ya no tienen un fuerte control sobre su economía, ni sobre su industria, y muchos sobre los capitales., hoy es sin lugar a dudas la teoría de Adam Smith con su Mano Invisible es la que mueve el mercado mundial. Per debiéramos de preguntarnos si realmente esa tesis está funcionando, y si así fuese, seria bueno saber para quienes está funcionando una economía como la actual.

Tambien buscare mediante la tesis marxistas sobre las crisis, el responder porque la existencia de ese fenómeno económico y contextualizarlo a nuestra actualidad. Además de saber su impacto en las clases de las que el mismo marx habla: burgueses y proletariado.

UN CUENTO DE NUNCA ACABAR

La crisis son fenómenos económicos extremadamente complicados, ya que una gran variedad de fuerzas económicas les dan forma en mayor o menor medida. Carlos Marx expresa que “la crisis real puede explicarse solo por el movimiento real de la economía de la producción capitalista, de la competencia y el crédito” es decir, se daba por el movimiento de toda la estructura de los mercados.

En la economía actual, una economía totalmente globalizada y que además, va estrechamente de la mano de los fenómenos políticos, sociales y culturales, es inminente que sufra esos desperfectos que desencadenen una crisis mundial, pero además. Pero las causas de las crisis no solamente es el mundo globalizado, sino también son a causa del mismo sistema económico, y que se vienen repitiendo constantemente más allá de la instauración de la globalización o el neoliberalismo.

Para me es necesario resaltar el hecho de que aun cuando vivimos en la globalización, cada país en si tiene ciertos aspectos características de la crisis, cada país sortea los problemas de diversas formas, por esa razón así como vemos países en bancarrota como España o Grecia, también podemos encontrarnos países con pequeño crecimiento, pero crecimiento, como Argentina, Chile o Polonia, o países con gran crecimiento económico como China, India, Venezuela, mas sin embargo a todas en algún momento la crisis puede llegar a afectar, como China que, aunque sigue creciendo, su taza anual de crecimiento bajo algunos porcentajes este año.

Con los pocos conocimientos adquiridos a lo largo del semestre podría enumerar diversas causas de la crisis económica actual, que si bien podrían parecer que están separadas entre si, son en realidad una cadena de sucesos y hechos que desembocan en las penurias que hoy aquejan al sistema financiero.

La falta de control del estado sobre la economía, tal como lo plantea Adam Smith en su escrito “La Riqueza de las Naciones” donde afirma que siendo el hombre naturalmente egoísta, es su interés individual el que hará crecer a la economía y todo autorregulado por leyes naturales de la oferta y la demanda, sin la intervención del estado.

A esa leyes naturales de oferta-demanda Adam Smith le llamo “la mano invisible” en la que según las guanacias de un individuo beneficiarían al resto de la población de una forma indirecta.

Adam afirma que el mercadlo libre es capaz de coordinar por si mismo los interés particulares y armonizarlos al buscar cada persona su propio interés económico, ésta intenta obtener de cada intercambio que realice el máximo beneficio posible. Para ello tratará de producir los mejores bienes y de hacerlo lo más barato posible, pues ha de competir con muchos otros productores/vendedores. Como todos harán lo mismo, obtendremos que, por un lado, todos los recursos disponibles habrán sido empleados óptimamente y el conjunto de bienes existentes aumentarán hasta su máximo posible; y, por otro, esos bienes se habrán distribuido también de forma óptima. Por otro lado, es evidente la conexión entre el mercado y la división del trabajo, de modo que a medida que aumenta la división social del trabajo el mercado se hace más complejo y la labor de la “mano invisible” cobra mayor relevancia.

El mercado, por lo tanto, se regula a sí mismo en beneficio de la mayoría, y, en principio, cualquier intervención estatal, por muy bienintencionada que esta sea, desequilibrará el funcionamiento natural de aquél e impedirá el crecimiento y distribución de la riqueza. En este sentido, el entorno político y social es un factor importante para la económica como lo escribí anteriormente.

Pero la pregunta que me surge, es ¿Realmente puede funcionar de esa manera la economía? ¿Realmente es necesario que el estado saque completamente las manos de las cuestiones económicas?, yo no creo, porque a Adam Smith le falto, u omitió, el hecho de que esos mismo interés particulares de los humanos, hacen que siempre busque la plus ganancia, desinteresándose completamente de la sociedad.

Marx lo deja bien claro: “Producción de plusvalía o la obtención de ganancia es la ley absoluta de este modo de producción”, y el capitalista no dudara en retirar su dinero de circulación cuando este se encuentre en peligro, esa pequeña acción “de retención de compra trae como consecuencia la contracción del proceso de circulación que dará origen al fenómeno de sobreproducción y que reflejara en un descenso de la producción misma”.

Es decir, la avaricia del capitalista, y la anteposición su interés particular sobre su interés común, son el talón de Aquiles del sistema, ya que el dueño del capital retirara su dinero ante cualquier situación, de cualquier tipo, que pudiese atentar contra su ganancia, no importa cuando, aun atente en lo mínimo el capitalista por naturaleza optara por retirarla del mercado, tal como lo vemos en la actualidad.

No podría yo en lo personal, saber a ciencia cierta cuando inicio la crisis económica actual, mucho menos el porqué, algunos la atribuyen a la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y Europa, que no es otra cosa que la sobreproducción de inmuebles pagados a créditos y que al no poderse pagar llevaron a la quiebra a bancos, empresas inmobiliarias y claro, a miles y miles de personas los llevaron al desempleo y la pobreza.

Y allí, según algunos, inicia la crisis, una crisis encerrada en un circulo vicioso que nadie le encuentra salidas sin dejar de lado el miedo a Marx.  Y yo le llamo círculo vicioso porque es un cuento de nunca acabar.

Supongamos que en efecto la crisis actual inicia por fraudes bancarios y burbujas inmobiliarias, ¿Qué hace el estado? Porque en estas situaciones el estado si interviene, pero interviene de la forma incorrecta en muchas ocasiones.

Por ejemplo España, que vive una crisis catastrófica, intervino en la banca, nacionaliza los bancos como es el caso de Banco Bankia, los recupera y sanea económicamente, y a los pocos años los devolverá a la iniciativa privada totalmente sanos (tal como paso en México, en el 97 con el FOBAPROA). Pero en esa intervención gubernamental  para salvar un sector económico trae consigo mas problemas.

En el mismo ejemplo, España, la acción de recuperar con dinero publico y de todos un banco privado, genera que se deje de invertir en sectores sociales como lo son la Salud, Vivienda, Educación y Trabajo, lo que provoca a su vez un quiebre social, tal como paso en Grecia, que conduce a su vez en el temor de los mercados que retiraran sus capitales económicos, como lo dice Marx arriba, y que provocara que se ahonde mas la crisis económica. ¿Dónde esta la salida a un problema circular?.

Y mientras los capitalistas no vean un avance económico, no devolverán su dinero al mercado, pero mientras devuelvan su dinero al mercado, el avance económico seguirá siendo o negativo, o raquítico. Entonces es allí, donde el estado debe de intervenir en la situación actual, pero no salvando bancos, sino invirtiendo el dinero publico en gasto al interior del país, en empresas nacionales y así reactivar el empleo, aumentar el poder adquisitivo de la población, y hacer crecer la económica, y entonces si volverán tranquilo los capitalistas para volver a iniciar, en el futuro, una crisis nueva a causa de sus intereses y avaricia.

CONCLUSION

Sea cual sea la naturaleza la crisis, el estado, y con ellos ciudadanos que conformamos estado, pagaremos las consecuencias de las malas o nulas políticas económicas que regulen el mercado. En este sistema que vivimos, estamos sumisos a los intereses de los capitalistas que especulan, que juegan, y que al primer peso perdido reculan y huyen dejando una estela de pobreza.

Sin lugar a dudas, Adam Smith se equivoca al pretender demostrar que el libre mercado se autoregula y beneficia a la sociedad, y se equivoca porque las peores crisis (1929 y la actual) nacieron  precisamente de esa libertad desmedida. Pero tampoco estoy de acuerdo con la regulación asfixiante del estado sobre los procesos económicos tal como sucede en China o Corea del Norte.

Debe de existir una política de prevención de crisis, regular el buen funcionamiento de los sistemas mercantiles, crear una verdadera supervisión de prácticas monopólicas o especulatorias, y sobre todo, hacer honor a la razón del estado que es el beneficio común de todos los que lo conformamos.

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