julio 02, 2013

LA MEMORIA QUE MUCHOS ESTUDIANTES PERDIERON.





(Nota: Este artículo se encuentra conformado por una serie de posteos hechos por el Dr. Javier Castellon en su muro Facebook entre los días 01 y 02 de Julio del 2013, los reproducimos textualmente bajo su consentimiento.) 

Por: Dr. Francisco Javier Castellon Fonseca / Rector de la UAN 1988-2004




No sé en qué palabras explicar que mi postura acerca del tema de la venta del estadio de béisbol nada tiene que ver con el pago del adeudo a la UAN y que los universitarios no deben enfrentarse con quienes se oponen a la venta de bienes públicos. Ha resultado contraproducente; Jóvenes de la FEUAN me han acusado en mi muro de "retórico perverso" y de no hacer nunca "nada tangible" para ayudar a la universidad, por lo que soy una persona que "hace daño a la institución". Aún no salgo de mi asombro. ¿Es la postura de la organización?

Pensando en las críticas que me hizo el día de hoy un joven de la FEUAN acerca si había generado "condiciones reales (tangibles) para nuestra universidad" (comentario anexado al final de este texto) he pensado que puede haber hecho mucho más, sobre todo para recuperar la memoria de muchos universitarios que han contribuido a hacer crecer y mejorar a la UAN. Cuando la memoria se pierde, se pierde también la identidad de sus miembros y terminas defendiendo lo inmediato, lo tangible...

Me preguntaba también si el joven, o los jóvenes que ahora defienden con denuedo una acción que les parece justa, saben quién fue el doctor Julián Gascón y cuál fue su motivo para fundar la universidad; Eminentemente político. Golpear la estructura de poder creada por un cacique regional que había hecho un pequeño maximato en nuestro estado y que mantenía su control basado en la ignorancia y en el autoritarismo violento. La universidad nayarita se convirtió en el principal motor de movilidad social en un estado caracterizado por su subdesarrollo y control corporativo.

¿Acaso sabrán de los esfuerzos de Roberto Gómez Reyes para construir la Ciudad de la Cultura, y crear carreras universitarias en base a las necesidades del estado?. De enfrentar las carencias del crecimiento universitario en la primera etapa. De su esfuerzo para que se otorgara la autonomía universitaria, que sabía amenazada por un gobernador militar que se sentía agraviado por las protestas de los jóvenes universitarios que habían reclamado la participación del coronel Flores Curiel en la matanza de estudiantes en la ciudad de México el 10 de junio de 1971. Muchos de esos jóvenes, ahora adultos, siguen haciendo política en nuestro estado.

Cuando el joven Misael de la FEUAN me describió como una "persona que con sus comentarios daña a nuestra universidad" pensé si alguna vez se habrá enterado de las fieras medidas que el gobernador Coronel Flores Curiel tomó contra los universitarios; De la formación de grupos de porros armados que perseguían disidentes políticos y que asesinaron civiles y estudiantes en el campus universitario. De la creación de la policía universitaria que asesinó a tres trabajadores durante una huelga y de la casi inminente desaparición de la universidad por la intervención descarada del gobierno del turno. Sin duda, el joven no sabe lo que es un daño a nuestra institución.

¿Sabrán los jóvenes dirigentes lo que es una persecución armada? ¿De qué te digan "pinche comunista, ahora si te vas a morir" apuntándote con una pistola?, ¿de cómo zumban las balas o como queman cuando muerden la carne? Todavía hay compañeros que tienen balas en el cuerpo producto de esa época, y otros que no la contaron como mi amigo Felipe Parra, que murió hace años pidiendo limosna, producto de la golpiza que le propinaron los porros a principios de los años 80. ¿Saben lo que era el campus universitario entonces con gente armada en camionetas, con muros pintarrajeados y persecuciones cotidianas? No creo que lo sepan.

¿Sabrán los muchachos que reclaman "cariño incondicional y apolítico a la UAN" los terribles esfuerzos que hizo el rector Germán Rodriguez para refundar a la universidad, lidiando con 4 o 5 organizaciones estudiantiles y 3 o 4 sindicatos, entre ellos los policías universitarios? ¿Que pudo construir una legislación que institucionalizara la vida universitaria y que logró una transición pacífica y sin presiones externas de la administración universitaria? ¿Pensarán que quienes éramos estudiantes y maestros en esa época permanecimos impasibles, que no defendimos el proyecto universitario, que no respaldamos al rector ante las presiones externas? ¿Alguna vez se han preguntado que la verdadera autonomía se logró en ese periodo?

Quizá los chicos que me acusan de dañar a la universidad aún no nacían cuando el gobernador Celso Delgado tronó diciendo que había corrupción en la UAN para cubrir la tragedia ocurrida en el penal de Tepic en diciembre de 1988 y desató una ofensiva oficial contra la institución que terminó en balazos, enfrentamientos, divisiones y una larga huelga que se prolongó por meses y que terminó con la renuncia del rector Villaseñor Anguiano en enero. ¿Dónde creen que estábamos en esa época? Defendiendo nuestro espacio, evitando que soldaran las puertas de las aulas, impartiendo clases en colegios privados o en sacristías y R E S I S T I E N D O

¿Alguien recuerda que el rector Rivera Domínguez puso los cimientos del crecimiento académico después de la azarosa y violenta época que pasamos en los años 80 e impulsó los primeros posgrados e instaló la red universitaria? Hoy muchos maestros, doctores algunos de ellos, seguro recuerdan la intromisión descarada del gobierno de Rigoberto Ochoa en el proceso de elección de rector en 1998 y de la posición digna de la FEUAN y de su dirigente Humberto Lomelí Payan que recibió todo tipo de presiones, incluyendo amenazas de muerte y se mantuvo firme al respaldar mi candidatura, rechazada por el gobernador por mi ideología "rojilla". Ahí los universitarios dimos una lección de unidad y de dignidad que fue reconocida y respaldada por el pueblo de Nayarit

Quizá ya nadie recuerda la administración que yo conduje y que no me corresponde calificar. A pesar de las diferencias normales en una comunidad se pudieron hacer algunas cosas y también enfrentamos unidos aquella campaña de "La universidad no tiene lucha" por nuestros problemas financieros que pudimos superar en su momento. Casi nadie recuerda que el subsidio estatal era solo el 5% de todo el ingreso y que, con movilizaciones y gestiones, el congreso del estado lo incrementó al 14%. La unidad de las organizaciones (FEUAN, SETUAN, SPAUAN) con la administración, tan criticada externamente, fue un factor esencial para mantener la estabilidad y el crecimiento institucional.

Siempre consideré a la FEUAN como una organización plural, que representa legítimamente a los estudiantes y mantuve excelentes relaciones con Humberto Lomelí y Héctor López Santiago, quienes apoyaron firmemente las reformas que emprendimos entonces y el proceso de transformación que, a lo mejor, muchos dirigentes lo ignoran. Si es cierto que me faltaron muchas cosas por hacer. Pero de ahí a que quiero sacar "ganancia política" de opinar sobre la UAN es injusto. Pero no puedo olvidar que yo también fui joven y quizá aferrado a lo que creo, como deben ser todos los jóvenes. Por eso los entiendo, pero no acepto las etiquetas que quisieron ponerme y tengo derecho a quitármelas.


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